Pocas cosas hay más dramáticas que la muerte repentina e inesperada de una persona. Todos conocemos algún caso, ¿verdad? Personas aparentemente sanas que fallecen súbitamente, a menudo durante la práctica deportiva. Sin duda, el ejercicio físico tiene efectos beneficiosos sobre la salud; pero sabemos que el ejercicio intenso puede ser desencadenante de esta catástrofe en personas con enfermedades cardíacas. El problema es que estas enfermedades a menudo no se han detectado porque no causan síntomas previos.
Alrededor del 80% de casos de muerte súbita son causados por problemas cardíacos. En los más jóvenes predominan las enfermedades de causa genética -miocardiopatías y canalopatías- que son fácilmente detectables mediante pruebas cardiológicas. Por encima de los 35 años, la enfermedad coronaria es la principal causante.
La mejor forma de prevenir un episodio de muerte súbita es, sin duda, el diagnóstico precoz de las enfermedades que pueden causarla. En los países en los que se han instaurado programas de screening obligatorio en los jóvenes que participan en actividades deportivas, se ha producido una drástica reducción de episodios de muerte súbita.
En el centro médico Atlántida tenemos el equipamiento y el personal necesario para detectar estas enfermedades antes de que causen síntomas. Para ello, el electrocardiograma, el ecocardiograma Doppler color y la prueba de esfuerzo son herramientas básicas. La identificación de los factores de riesgo cardiovascular y su tratamiento, son también parte fundamental en la prevención de las enfermedades cardíacas y sus complicaciones.
Dr. Jordi Merce Klein
Centro Médico Atlàntida
