Dr. Àlex Godall, Especialista en medicina deportiva, Centro Médico Atlàntida
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda caminar un mínimo de 10.000 pasos al día. Pero no es lo mismo llegar a esta cifra mientras vamos de compras o de camino al trabajo, que hacerlo practicando Power Walking. El Power Walking es una actividad física saludable al alcance de personas de todas las edades y formas físicas. La única excepción, son las personas con lesiones cardíacas graves que deberían consultar con su cardiólogo antes de iniciarse.
Una actividad con muchos beneficios
Así, el Power Walking es ideal para personas que no les gusta correr o que se preparan para posteriormente iniciarse en el running. También es la actividad física perfecta para los runners que quieren hacer un ejercicio suave los días de descanso entre entrenamientos. Los beneficios de esta práctica son muchísimos: disminuye la tensión arterial y los niveles de colesterol; ayuda a quemar grasas; mejora el sistema cardiovascular en general, en mayor medida que el running; protege las articulaciones y la espalda de lesiones e impactos que, por ejemplo, el running produce; y contribuye al refuerzo muscular, sobre todo de abdominales, glúteos y gemelos.
Practicar Power walking es una buena opción para las personas que no les gusta correr, tienen una condición física normal y no tienen ninguna patología grave. Como no es exigente, no se fuerza el sistema cardiovascular ni muscoloesquelético y se puede incrementar progresivamente la intensidad en función de la capacidad de cada persona. Por todo ello, esta disciplina cada día cuenta con más adeptos y más médicos la recomiendan a sus pacientes.
Como caminar con energía
El Power Walking no es caminar por caminar. Para empezar hay que tener una técnica correcta con posición corporal con hombros hacia atrás y sacando pecho, vista al frente, abdomen activado, movimiento alternativo de pies y brazos con una ligera flexión de ambos, un pie en contacto con el suelo, no cruzar los brazos delante del pecho y no descolocar las caderas.
Además la velocidad mientras se practica Power walking debe oscilar entre los 6 y los 9 km por hora y es recomendable mantener el ritmo de pulsaciones en el 60 y el 75% de la frecuencia cardiaca máxima, con pequeños intervalos de actividad en la zona anaerobia. Todo ello sin bastones ni apoyos de ningún tipo.
Durante el ejercicio es importante controlar las pulsaciones
Entre los practicantes del Power Walking, uno de los aspectos que más llama la atención es que se consigue perder peso y estar en forma caminando. Y esto ocurre porque se queman más grasas que con el running porque el Power Walking se realiza en el 60-75% de la frecuencia cardíaca máxima y en estos niveles la quema de grasa es más efectiva que en esfuerzos anaerobios más sostenidos.
Por regla general, una sesión de entrenamiento de Power walking suele durar un máximo de 60 minutos de marcha continua en personas que inician y de hasta 120 minutos en personas entrenadas. En este enlace se puede descargar una sesión de Power walking creada por Reebook y diseñada para mantener las pulsaciones en la zona de quema de grasas y con intervalos de trabajo en la zona anaeróbica. Si te animas a ponerla en práctica, sólo tienes que descargarla en tu teléfono o mp3, ponerte los auriculares y caminar al ritmo de los graves de la música.Si te gusta, puedes practicar esta disciplina entre 3 y 6 días la semana. Tu, marcas el ritmo.
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