Las piedras en los riñones pueden causar un dolor intenso y fuertes molestias. La litotripsia, o litotricia, ofrece una solución eficaz y menos invasiva que la cirugía para romperlas y mejorar la calidad de vida de quienes las padecen. Básicamente, esta técnica consiste en pulverizar las piedras del riñón y de parte del uréter para que puedan ser expulsadas más fácilmente al orinar.
Las piedras en los riñones se forman debido a la concentración excesiva de sustancias minerales como el calcio, el fosfato y el ácido úrico en la orina. Estos minerales pueden cristalizarse y agruparse para formar piedras. Varios factores como la carencia de hidratación, una dieta rica en sal y proteínas, o el consumo de aguas demasiado calcificadas, así como antecedentes familiares, pueden aumentar el riesgo de formación de piedras.
¿Qué casos justifican esta técnica?
La litotripsia es una opción viable para los pacientes con piedras en los riñones de tamaño adecuado: las de tamaño menor a 2 cm son las candidatas ideales. Esta técnica puede ser particularmente útil en situaciones en las que las piedras causan dolor intenso u obstrucción del uréter, dificultando el flujo de orina.
Hay varias formas de realizar una litotripsia, las más comunes son:
1. Litotripsia Extracorpórea por Ondas de Choque (LEOX): Ondas de choque generadas externamente se dirigen hacia las piedras para romperlas en fragmentos más pequeños. Éste es el procedimiento más habitual.
2. Litotripsia Intracorpórea Láser: Un láser es utilizado para fragmentar las piedras. Esta técnica puede ser más precisa y eficaz en algunos casos.
3. Litotripsia Intracorpórea por Ondas de Choque (LIOX): Las ondas de choque son generadas dentro del cuerpo, dirigidas a las piedras.
Para realizar la prueba, no es necesaria una preparación específica, pero es posible que se le dé al paciente algún medicamento para el dolor o para ayudarle a relajarse. En algunos casos, también puede administrarse anestesia. Sí que es necesario informar al médico de los medicamentos que se puedan estar tomando, sobre todo si interfieren en la coagulación de la sangre.
Seguro, pero con algunos riesgos
La litotripsia es un procedimiento seguro y efectivo, que suele durar alrededor de una hora y que se realiza sin necesidad de incisiones quirúrgicas abiertas. Pero puede tener algunos riesgos para los pacientes: dolor de leve a moderado después del procedimiento, sangre en la orina, contusiones y la posibilidad de que los fragmentos de las piedras causen obstrucción temporal del uréter. En algún caso, también puede producirse infección renal. Los pacientes pueden necesitar analgésicos durante algunos días después del procedimiento.
En algunos casos, puede ser necesaria más de una litotripsia para tratar las piedras de forma eficaz. Sin embargo, el número de litotripsias consecutivas y los intervalos entre ellas varían según las características individuales de cada paciente y su salud general. El médico tomará estas decisiones en base a su situación específica.
Dr. Carles Rabassa, Centre Mèdic Atlàntida