El molusco contagioso es una de las enfermedades virales más comunes de la piel. Provoca erupciones cutáneas formadas por uno o más pequeños bultos –o pápulas– similares a una verruga, que suelen ser rosados o blancos.
Está provocado por el virus Molluscum contagiosum, de la familia de los poxvirus, al igual que la varicela. Es una infección muy contagiosa que ocurre cuando el virus entra a través de una pequeña lesión en la superficie de la piel. Una vez contagiada, una persona puede pasar la infección a otras partes del cuerpo, al rascarse o frotar los bultos.
El molusco contagioso, asimismo, se propaga muy fácilmente de persona a persona, a través del contacto directo piel con piel y de objetos contaminados, como toallas, ropa de cama…
Los moluscos pueden aparecer solos –como un bulto aislado– o en grupos. Generalmente, comienzan como un punto pequeño que crece durante semanas hasta formarse un bulto que puede llegar a tener el tamaño de una lenteja. Suelen ser lisos y brillantes y, en muchas ocasiones, aparece un pequeño hoyo en su parte superior.
En los niños, es habitual que esos bultitos aparezcan en el pecho, los brazos, las piernas, las ingles, en la zona genital e incluso en el rostro. En cambio, en los adultos suelen estar, básicamente, en la zona genital y en la parte interna de los muslos.
Cómo son los moluscos contagiosos
- Lesiones redondas de color rosado o blanquecino
- Normalmente aparecen en grupo o hileras
- Son duras y su tamaño no suele pasar de los 4-5 mm
- En el centro, aparece un pequeño hoyo
- En los adultos, las lesiones aparecen en la zona genital y en la cara interna de los muslos
- No duelen, pero pueden picar ocasionalmente
- Al tocarlas, se enrojecen y se extienden a otras zonas
¿Quién puede padecer moluscos?
Esta infección es muy común, sobre todo, en niños pequeños. De hecho, según la Academia Española de Dermatología y Venereología, afecta al 25% de los menores de 5 años. En adultos, está considerada una enfermedad de transmisión sexual, cuando aparece en los genitales, ya que el contacto piel con piel durante las relaciones suele ser la causa principal.
Pero también afecta a deportistas –sobre todo a los que compiten en grupo y comparten toallas, tablas de nadar, etc.– y a personas con el sistema inmunitario muy débil debido a afecciones como el VIH o a tratamientos contra el cáncer. En este último caso, las lesiones son más grandes y abundantes y, normalmente, afectan a amplias zonas del cuerpo, incluyendo la cara.
Consejos para no contagiar a otras personas
- No tocar, rascar ni frotar los bultos
- Aumentar la higiene de manos con agua y jabón
- Mantener limpias las zonas con erupciones
- No afeitar esas zonas y cambiar los apósitos a diario
- Humedecer la piel cuando esté seca
- No compartir ropa, toalla ni objetos de aseo personal
¿Se pueden tratar los moluscos?
En los pacientes adultos, esta infección se suele curar entre los 6 y 12 meses. Sin embargo, hay casos que pueden durar hasta 5 años. Debido a su alto riesgo de contagio, debe ser tratada lo antes posible.
Actualmente, existen diversos tratamientos para quitar las pápulas o ayudar a que desaparezcan más rápido. Se pueden usar cremas tópicas o, en las consultas médicas, someterse a tratamientos de curetaje, láser o crioterapia. Dependerá de la ubicación y la cantidad de lesiones.
Todos estos tratamientos son más efectivos si se inician en las primeras etapas de la infección, que es cuando aún hay menos crecimiento. Es importante, también, recordar que se debe huir de los tratamientos caseros: no son recomendables y pueden dejar marcas e incluso extender aún más las lesiones.
Lo ideal es consultar con un médico qué tratamiento seguir para acabar con los moluscos lo antes posible y evitar que se propaguen por otras partes del cuerpo o entre familiares convivientes.
Dra. Claudia Pueyo
Directora médica adjunta
