Dermatitis seborreica, así se trata esta enfermedad recurrente

La dermatitis seborreica es una afección cutánea e inflamatoria. Es muy común y se manifiesta mediante escamas, que van de blancas a amarillentas, en áreas grasosas como el cuero cabelludo o la cara.

La dermatitis seborreica también se suele llamar caspa, eczema seborreico y psoriasis seborreica. En los bebés, esta enfermedad afecta sobre todo al cuero cabelludo y se conoce como costra láctea. A los bebés les provoca parches secos y escamosos en dicha zona. Se trata de un trastorno muy usual en la etapa infantil, y solo los casos muy severos deben acudir a las consultas médicas.

Principales causas en su aparición

No existe una única causa para la aparición de la dermatitis seborreica. En la mayoría de los casos, tampoco hay un factor exacto, sino que esta afección se debe a una combinación de diferentes aspectos.

Entre los más habituales destacan:

  • Actividad de las glándulas sebáceas
  • Cambios en el funcionamiento de la barrera cutánea
  • Hongos levaduriformes llamados Malassezia furfur, que viven en la piel
  • Factores genéticos. La dermatitis seborreica afecta con más frecuencia a hijos de personas con esta enfermedad
  • Enfermedades autoinmunes
  • Falta de higiene
  • Uso excesivo de productos de limpieza agresivos

En este sentido, se pueden considerar factores de riesgo los siguientes casos:

  • Estrés, fatiga o cansancio generalizado
  • Climas y temperaturas extremos
  • Problemas de piel como el acné o la piel grasa
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Obesidad
  • Trastornos del sistema nervioso

Además, el eczema seborreico suele ser más grave en personas con la infección del VIH y en pacientes neurológicos, por ejemplo, en personas con la enfermedad de Parkinson. De igual manera, aquellos que hayan padecido un ictus u otros accidentes cerebrovasculares también pueden sufrir ataques de dermatitis seborreica.

¿Cuál es su sintomatología?

La dermatitis seborreica en el recién nacido acostumbra a resolverse de forma natural con el paso del tiempo. En los adultos, esta enfermedad acostumbra a tener una evolución crónica, con fases de mejora y con brotes más intensos. Habitualmente, no deja cicatrices ni manchas en la piel.

Una de las zonas que más sufren esta afección es el cuero cabelludo, donde se observan pequeñas escamas que o bien caen constantemente o bien se aglutinan por la secreción sebácea.

También es habitual que exista una descamación en cejas, pestañas o barba y un enrojecimiento en el surco nasogeniano o la región retroauricular; es decir, en el pliegue entre mejillas y nariz o en la zona de detrás de las orejas.

Los síntomas más comunes en una dermatitis seborreica son:

  • Escamas en la piel
  • Enrojecimiento leve de la zona nasogeniana
  • Prurito o picor incómodo de la piel
  • Piel grasa y enrojecida
  • Costras en el cuero cabelludo
  • Caspa en el cabello y/o las cejas
  • Inflamación de la piel de los párpados

Esta enfermedad puede agravarse según la estación del año. Suele ser más intensa en invierno, con el clima frío, y puede disminuir en los meses estivales.

Pero ¿se puede prevenir?

Es difícil eliminar un brote de dermatitis seborreica, pero sí existen ciertas recomendaciones que pueden combatir alguno de los síntomas. Por ejemplo, se aconseja usar ropa de algodón o de fibras naturales, además de usar detergentes suaves. Y, en la higiene personal, utilizar jabones y champús neutros y evitar los baños de agua muy caliente.

Una buena alimentación también es importante. Por ello, el consumo de frutas y verduras frescas a diario debe aumentar y, por su parte, se aconseja eliminar de la dieta los alimentos picantes, muy especiados, fritos y ultraprocesados, y las bebidas alcohólicas. Y, una vez aparezca un brote, es aconsejable no rascarse para poder evitar nuevas lesiones cutáneas o empeorar la inflamación.

Tratamientos

La dermatitis seborreica es una patología crónica y, por ello, sus recaídas suelen ser sistemáticas. Al tratarse correctamente, sus síntomas pueden disminuir, evitando que el paciente empeore. El objetivo de los tratamientos es, por lo tanto, controlar los brotes e intentar que esta patología afecte lo menos posible a la calidad de vida de los pacientes.

Es decir, actualmente, este tipo de afección inflamatoria y recurrente no se cura por completo. No existe ningún tratamiento que haga desaparecer de forma definitiva esta enfermedad cutánea.

Por ello, los tratamientos comunes para la dermatitis seborreica buscan:

  • Disminuir la inflamación
  • Eliminar la secreción excesiva de sebo

El tratamiento que habrá que seguir variará en función de la afectación, su grado y la zona donde está localizada. Los tratamientos para los eczemas seborreicos pueden presentarse de diversas maneras y su aplicación será diferente según la ubicación de los síntomas. En la gran mayoría de los pacientes, la respuesta es muy positiva.

Eso sí, en este tipo de enfermedades hay que seguir un tratamiento de mantenimiento para evitar futuros brotes o que la afección empeore en los meses de frío o en situaciones emocionalmente estresantes.

Dr. Carles Rabassa
Centre Mèdic Atlàntida

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