La llegada del verano y el buen tiempo provoca el aumento de las horas de sol y esto invita a hacer más vida en el exterior. Debido al calor, las prendas que llevamos encima son las mínimas y nuestra exposición al sol es más alta que en otras épocas del año, ya sea por trabajo o por ocio. Pero hay que tener cuidado, porque la radiación solar puede tener afectaciones en la piel.
El cáncer de piel se relaciona directamente con la radiación solar y, de entre los distintos tipos de esta enfermedad, el más grave es el que se conoce como melanoma. Es el menos común, pero es el más agresivo: representa menos del 5% de los cánceres de piel, pero causa el 90% de las muertes en todo el mundo por este tipo de cáncer.
Prevención
Prácticamente todos los consejos de prevención que ofrecen los expertos para el melanoma -y el cáncer de piel en general- pasan por tener cuidado con el sol. Todo el año, pero sobre todo en verano. De hecho, se recomienda evitar la exposición solar en las horas que la radiación es más fuerte -al mediodía-, pero también hay que seguir consejos como estos:
- Empezar a tomar el sol de forma gradual y procurarse sombra.
- Proteger la piel y los ojos. Llevar sombrero, camiseta y gafas de sol.
- Aplicar un protector solar adecuado al tipo de piel un rato antes de exponerse al sol (entre 20 y 30 minutos). Y repetir la operación cada dos horas, después de bañarse o si se suda mucho. También es necesario proteger los labios con filtro solar.
- Extremar la protección en el caso de los niños y utilizar crema solar con un alto factor de protección.
- Beber agua a menudo para hidratarse.
- Evitar exponerse al sol si se toma alguna medicación fotosensible a la luz solar.
- Auto explorar la piel periódicamente para detectar la aparición o cambio reciente de alguna mancha o lesión.
Cabe recordar que el agua y la arena reflejan la luz solar y aumentan su intensidad. Lo mismo ocurre en la montaña por la altitud y la nieve.
Auto exploración de la piel
La incidencia del melanoma ha aumentado mucho en las últimas décadas y por eso puede ser útil para el diagnóstico precoz que nos auto exploremos la piel para detectar cambios en las manchas o pecas. Los expertos recomiendan seguir la regla ABCD:
- Asimetría: si las dos mitades del lunar no son iguales.
- Bordes: los melanomas o sus lesiones precursoras suelen tener los bordes irregulares.
- Color: las lesiones malignas o con potencial maligno presentan habitualmente más de un color, y se mezclan de forma irregular.
- Diámetro: las lesiones con más de seis milímetros de diámetro tienen mayor riesgo de desarrollar un melanoma.
En Catalunya, cada año se diagnostican unos 772 casos de melanoma, 426 en mujeres y 346 en varones. Esto representa el 2,7% de todos los tumores en las mujeres y el 1,5% en los varones. Una detección precoz del melanoma permite extirparlo más fácilmente y, si en 5 años no se reproduce, existen pocas posibilidades de recaída.