El aborto espontáneo es la pérdida del feto o embrión por causas naturales antes de la semana 22 de gestación o cuando el feto pesa menos de 500 gramos. Hay que estar atentos a los signos que alertan de un aborto inminente, como el sangrado abundante, la fiebre o el dolor abdominal agudo.
El aborto espontáneo, también llamado aborto natural, es la pérdida del embrión o feto debido a causas naturales. Se suele dar antes de la semana 22 de embarazo y su incidencia es en torno al 20% de los embarazos confirmados. También se considera aborto espontáneo la pérdida de un feto con un peso inferior a los 500 gramos.
Sufrir un aborto espontáneo puede ser muy angustiante y estresante para la madre, independientemente de si es doloroso o no. Por eso, es importante mantenerse en contacto con el ginecólogo, quien podrá guiar a la familia sobre los siguientes pasos y aconsejar apoyo emocional si fuera necesario.
¿Cuáles son los síntomas del aborto espontáneo?
No siempre los síntomas o signos de aborto acaban en una pérdida gestacional. La amenaza de aborto ya es por sí sola un aviso de este riesgo.
Normalmente, la mujer puede notar alguno de estos signos ante un aborto inminente:
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Dolor abdominal agudo, que puede ser parecido al dolor menstrual
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Sangrado vaginal
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Fiebre
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Expulsión de coágulos por la vagina
Causas y factores de riesgo
Entre las causas que pueden llevar a la pérdida gestacional, encontramos aquellas relacionadas con el feto, como posibles problemas cromosómicos, que impiden el correcto desarrollo del embrión, y que normalmente no tienen relación genética con los padres, y las que atañen a la futura madre, como las alteraciones en la cavidad uterina, las infecciones y algunas enfermedades autoinmunes o endocrinas.
También existe un mayor riesgo en mujeres mayores de 35 años, y también en aquellas mujeres que hayan tenido abortos espontáneos en embarazos anteriores.
Finalmente, las complicaciones propias del embarazo pueden terminar en un aborto espontáneo. Aun así, es cierto que existen ciertos factores de riesgo, como:
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Infecciones durante el embarazo
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Edad materna avanzada
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Factores anatómicos (miomas, malformaciones uterinas…)
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Obesidad de la madre
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Dieta incorrecta y déficit alimentario
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Problemas en el sistema hormonal o inmunitario
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Infecciones de transmisión sexual
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Enfermedades sistémicas graves, como la diabetes no controlada
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Hábitos tóxicos: consumo de tabaco, alcohol y otras drogas
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Toxinas ambientales
Tipos de abortos espontáneos
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Aborto completo: se da cuando se expulsa el saco gestacional íntegro.
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Aborto incompleto: se da cuando quedan restos de la gestación dentro del útero. En estos casos, hay que hacer un legrado para expulsar lo que ha quedado.
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Aborto diferido: el embrión muere dentro del útero, puede ocurrir sin ningún síntoma.
¿Se puede prevenir un aborto espontáneo?
Es fundamental, para la salud de la madre y el embrión, una correcta atención prenatal y un seguimiento exhaustivo del embarazo por parte del ginecólogo. En muchos casos, se pueden detectar a tiempo ciertas enfermedades sistémicas y tratarlas para llevar a fin el embarazo.
Es muy importante mantener unos hábitos saludables durante el embarazo: seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio moderado, evitar el consumo de drogas, alcohol, tabaco y cafeína… Hay que seguir las indicaciones de los profesionales, tomar los suplementos recetados por el ginecólogo/a y no tomar fármacos o vitaminas no prescritos.
Recomendaciones en caso de sospecha de aborto:
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Reposo
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Abstención de relaciones sexuales
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Visita ginecología
Buscar un nuevo embarazo
Aunque la OMS recomienda esperar unos tres meses para buscar de nuevo el embarazo, existen algunos estudios que indican que cuanto antes se vuelva a gestar, menores serán las probabilidades de sufrir un nuevo aborto.
Las recomendaciones de la OMS se basan también en aspectos emocionales y recuerda que el aborto puede ser una experiencia angustiosa o traumática. Por eso, es importante estar en contacto con el ginecólogo, que podrá guiarnos sobre los pasos a seguir y aconsejar apoyo emocional, si hiciera falta.
Es conveniente haber superado este luto y estar preparadas para poder hacer frente al nuevo embarazo con ilusión.
Dra. Claudia Pueyo
Centre Mèdic Atlàntida