Cuando el frenillo, pliegue de piel que une el prepucio al glande, es muy corto suele quedar tan tirante que dificulta la retracción de la piel y causa dolor. En los casos más severos, puede llegar a provocar sangrado, pero se puede tratar con cirugía y eliminar totalmente todos los síntomas asociados.
El frenillo del pene es un pliegue de la piel que se sitúa en la parte inferior del glande. Sirve para unir el prepucio –la piel que recubre el glande– al glande y ayuda a devolver el prepucio retraído a su posición normal cuando el pene está flácido.
Cuando este trozo de piel es más corto de lo normal es cuando se da el caso del frenillo corto. El frenillo impide la correcta retracción del prepucio que cubre el glande.
Es un problema para los hombres, porque crea tensión y dolor al tirar la piel hacia atrás, al tener una erección o durante las relaciones sexuales. De hecho, puede suceder que el frenillo se rompa durante el contacto íntimo, y esta situación causa un dolor intenso y, en ocasiones, sangrado.
¿Qué especialista lo trata?
Pese a que se tiende a creer que sí, el frenillo corto no es lo mismo que la fimosis. Se trata de patologías diferentes con tratamientos y síntomas particulares, aunque sí pueden coexistir.
Ante cualquier duda o dolor, es importante acudir, cuanto antes, al especialista en urología, quien es el encargado del diagnóstico y de establecer el mejor tratamiento para cada paciente.
Causas del frenillo corto
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Genéticas o bien congénitas; es decir, desde el nacimiento
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Infecciones genitales previas
Signos y síntomas del frenillo corto
En la mayoría de casos, es fácil identificar si el frenillo es más corto de lo normal, dado que no es posible tirar completamente del prepucio. Sin embargo, pueden darse otros signos y síntomas, como:
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Dolor en la masturbación o en las relaciones sexuales.
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Desgarros durante las relaciones sexuales, provocando sangrado.
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Impotencia, sobre todo en los casos en los que el acortamiento es muy pronunciado.
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Erección con el pene doblegado.
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Irritación y picor en la piel del prepucio.
¿Cómo se cura el frenillo corto?
En los casos más leves, se suele tratar sin cirugía. Aquí, se realizan suaves estiramientos de la piel durante varias semanas para lograr aumentar la elasticidad. Estos ejercicios también ayudan a disminuir la inflamación. En ocasiones, se combina con el uso de cremas de corticosteroides.
En los casos más graves, sí se requiere cirugía. Suelen ser unas intervenciones rápidas, sencillas y fáciles que eliminan por completo todos los síntomas. Se suelen realizar sin ingreso y con anestesia local.
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Por un lado, existe la frenuloplastia, que secciona el frenillo con el pene estirado hasta eliminar la tensión que producía. Se hace mediante un bisturí frío o eléctrico y, tras la operación, se aplican puntos de sutura en la herida, generalmente, usando material reabsorbible.
El paciente podrá retomar las relaciones sexuales pasadas tres o cuatro semanas desde la operación, aunque siempre debe valorarlo el médico, porque este tiempo puede variar en función del nivel de cicatrización de cada persona.
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Y, por otro lado, está la circuncisión o extirpación quirúrgica del prepucio distal, que incluye el frenillo. Esta opción se lleva a cabo siempre que hay fimosis asociada a esta patología.
La circuncisión masculina médica proporciona una protección parcial para toda la vida frente a la transmisión del VIH de mujeres a hombres, y también reduce la vulnerabilidad masculina heterosexual con relación al riesgo al VIH en, aproximadamente, un 60%.
En resumen, el frenillo corto puede tratarse de las siguientes maneras:
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Incisión quirúrgica en el frenillo, llamada frenuloplastia
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Realización de la circuncisión
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Medicación
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Estiramientos
Dr. Carles Rabassa
Centre Mèdic Atlàntida