Leer es bueno para la salud. No sólo porque activa nuestra imaginación y nos aporta nuevos conocimientos, sino porque nos proporciona beneficios concretos ante el posible deterioro de nuestro estado físico y psíquico. No es sólo una percepción, sino que existe un consenso científico generalizado que leer aporta al menos cinco beneficios:
- Para reducir el estrés. El estrés puede tener un impacto directo en la aparición de diversas enfermedades cardiovasculares y también se relaciona con la depresión o ansiedad. Leer ayuda a rebajar los niveles de estrés y mantenerlo bajo control. Como suele decirse, la lectura detiene el tiempo y esto ralentiza nuestro ritmo cardíaco y nuestra tensión muscular. Un estudio de la Universidad de Sussex descubrió que tan sólo seis minutos de lectura al día reducen el estrés en un 68%.
- Para prevenir el deterioro cognitivo. Un buen libro provoca que nuestro cerebro se mantenga activo y esto hace que nuestra mente sea más resistente frente al deterioro debido a la edad, porque se refuerzan las conexiones neuronales. También mejoran la atención, la comprensión, la memoria, la velocidad de procesamiento y la capacidad de resolver problemas o retos. Todo ello contribuye a prevenir la dependencia y a un envejecimiento más saludable.
- Para mejorar el sueño. Leer un rato antes de acostarse ayuda a conciliar el sueño. De hecho, es una de las actividades recomendadas para combatir el insomnio. No hace falta que el libro sea aburrido, es el simple hecho de leer lo que hace que nuestra mente se vaya ralentizando del ritmo del día a día y se acomode al sueño. Sin embargo, conviene hacerlo siempre en papel porque el uso de pantallas puede producir el efecto contrario.
- Para fomentar las habilidades sociales. La literatura, sobre todo la ficción, nos abren mundos nuevos, activan nuestra imaginación y nos plantean nuevas realidades. Y hacer volar la imaginación nos aporta destrezas sociales como la empatía y la capacidad de entender mejor a los demás y al entorno. Y los clubs de lectura, por ejemplo, son un lugar ideal para hacer nuevos amigos con los que compartir la afición por las letras.
- Para aumentar los conocimientos. La lectura es una fuente de nuevos conocimientos y facilita el aprendizaje de diferentes disciplinas, como la geografía, la historia o la sociología. Se trata de aprender mientras nos entretenemos, que siempre es la mejor forma de aprender. Leer también ayuda a gestionar mejor las emociones y resolver conflictos.
Pero aunque parezca una actividad inofensiva, sí es necesario tomar algunas precauciones: adoptar una postura correcta para no coger dolores de espalda o en otras partes del cuerpo, situarse a la distancia correcta del libro o tableta (unos 35-40 centímetros) para no perjudicarnos la visión y hacer pausas y parpadear de vez en cuando para no saturarnos y evitar la sequedad de los ojos.
En Atlántida somos conscientes de todos estos beneficios de la lectura y, por ejemplo, todas nuestras residencias están equipadas con biblioteca y se realizan actividades relacionadas con los libros para estimular la mente de los residentes.
¡Un buen libro no te salvará la vida, pero contribuirá a hacértela más saludable!