Aunque el consumo de tabaco se relaciona especialmente con el cáncer de pulmón, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) nos recuerda que existen hasta 15 tipos diferentes de cáncer que el tabaco aumenta las posibilidades de llegar a sufrir.
Como se muestra en la imagen, el cáncer de laringe (84%) incluso supera en número de casos al de pulmón (82%). En tercer lugar, se encuentra el cáncer de vejiga (50%), seguido por el de orofaringe (49%) y el de esófago (35%). El cáncer de cavidad bucal (33%), el de hígado (25%) o el de estómago (21%) también aparecen. Se incluye en la lista el cáncer de nasofaringe (17%), el de colon, ovarios y úteros (todos en un 14%). Así como el cáncer de páncreas y la leucemia (ambos con un 13% de probabilidades). Cierran la lista el cáncer de cavidad nasal y paranasal (11%) y el cáncer de riñón (8%).
Como si esto no fuera suficiente, no debemos olvidar que el cáncer no es la única enfermedad que provoca el consumo de tabaco. Por ejemplo, el riesgo casdiovascular de los y las fumadores también aumenta considerablemente. Se estima que, por cada 10 cigarrillos que se fuman por día, el riesgo de muerte por enfermedad cardiaca aumenta un 18 % en hombres y un 31 % en mujeres.
Por este motivo, más allá del cáncer, el consumo de tabaco también favorece la aparición de otras enfermedades como el infarto agudo de miocardio, la enfermedad isquémica, la muerte súbita, los accidentes cerebrovasculares o los aneurismas de la aorta abdominal.
Por todo ello, no es de extrañar que cada vez se conviertan en más habituales las llamadas, por ejemplo, playas sin humo, donde está prohibido fumar. Galicia, con 141 playas sin humo, es la comunidad más comprometida.
O incluso que la Agencia de Salut Pública de Catalunya quiera promover por ley que esté prohibido fumar en las terrazas al aire libre y en las marquesinas de los autobuses a partir de 2020.
En total, el tabaco causó más de 56.000 muertes en España en 2016.