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Mi hijo ha empezado a vapear: ¿qué debo hacer?

Cada vez más común entre los adolescentes, vapear es inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico. Estos dispositivos son pequeños y, la mayoría de ellos, tienen diversos sabores, por lo que aumenta aún más su posible adicción entre los jóvenes.

Vapear es un hábito relativamente reciente. El primer cigarrillo electrónico se comercializó en China en 2003 y llegó a Estados Unidos en 2006. Se ha hecho rápidamente popular entre la población juvenil.

Los dispositivos son pequeños y hay una gran variedad de sabores que atraen a los adolescentes. Pueden ser tan adictivos como los cigarrillos tradicionales. Algunos son desechables, mientras que otros pueden reutilizarse cargando el dispositivo y remplazando el e-líquido, ya sea rellenando la cámara o utilizando una cápsula o cartucho de repuesto.

¿Qué es el vapeo?

Los cigarrillos electrónicos o vapeadores calientan un líquido hasta que se convierte en un vapor que se inhala. La mayoría de los líquidos para vapear contienen nicotina, una sustancia que se ha demostrado que altera el desarrollo del cerebro y los pulmones de una persona joven. De hecho, una cápsula o recarga de líquido puede tener la misma cantidad de nicotina que veinte cigarrillos.

Además, el vapor producido por los vapeadores contiene metales pesados, como el plomo, y una gran variedad de sustancias químicas tóxicas. También es cada vez más frecuente utilizar cigarrillos electrónicos para consumir marihuana o productos de cannabis. Muchos jóvenes que usan el vapeo recurren a líquidos que contienen THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana, que produce un efecto de euforia.

Los riesgos de vapear

Por lo tanto, los riesgos de vapear para la salud son muchos y deben tenerse en cuenta, sobre todo entre la población más joven:

  • Adición. Los cigarrillos contienen nicotina, que es una sustancia altamente adictiva.
  • Empeora la ansiedad y la depresión.
  • Afecta a la memoria, la concentración y el autocontrol.
  • Provoca problemas para dormir.
  • Puede causar bronquitis crónica.
  • En los hombres, puede causar disfunción sexual.

Las señales

Vapear no es tan fácil de detectar. Hay vapor pero no humo, y tampoco existe ese olor característico del tabaco. En el caso de los cigarrillos electrónicos, los olores agradables pueden confundirse fácilmente con ambientadores o dulces. Además, la mayoría de cigarrillos electrónicos son muy discretos y fáciles de esconder, y muchos adolescentes siguen pensando que son inofensivos.  

Si tu hijo/a está vapeando seguramente cambiará algunas actitudes en casa que harán que los adultos confirmen este nuevo hábito. En ocasiones, los jóvenes presentarán nuevos problemas de salud, como tos persistente, y tendrán repuestos para sus cigarrillos electrónicos.

Ayudar a los jóvenes a dejar de vapear

Como medida de prevención es importante que, desde pequeños, los padres hablen con sinceridad con sus hijos sobre el tabaquismo y el vapeo. Se recomienda empezar a hablar sobre los riesgos y los problemas asociados a este mal hábito desde los cinco o seis años, y que estas conversaciones sigan a medida que los niños se vayan haciendo mayores.

Cuando un hijo ha empezado a fumar o vapear, es importante averiguar por qué. Y ayudarlo, hablar con él o ella y ofrecer comprensión. Un adolescente que haya tomado la decisión de abandonar el hábito de vapear es posible que necesite apoyo de su entorno. Por eso, se recomienda a la familia que hable con él sobre el hecho de no ser un adicto, de cómo dar siempre la mejor versión de uno mismo o de cómo evitar los efectos negativos de esta costumbre en su salud.

Otros temas que se pueden tratar con las personas que vapean es el ahorro de dinero que supondría dejarlo, por ejemplo. Y, como son personas acostumbradas al entorno digital, es importante que conozcan que también existen aplicaciones y programas que pueden ayudar a dejar de vapear diseñados especialmente para su generación.

Diferencia entre vapear y fumar

Los adolescentes que usan el vapeo son significativamente más propensos que los que no lo usan –unas cuatro veces más– a terminar fumando cigarrillos tradicionales.

Y es que no es lo mismo fumar que vapear. La principal diferencia es que en uno se inhala humo y en el cigarrillo electrónico se inhala vapor. Aunque pueda parecer lo mismo, no lo es. Otra gran diferencia es que eltabaco es una planta y contiene nicotina; el vapeo, en cambio, puede tener o no nicotina, pero nunca contiene tabaco.

Dr. Carles Rabassa
Centre Mèdic Atlàntida

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