Estar confinados no significa detenerse

Mother and father doing yoga while spending time with their child

Con el confinamiento, hemos dejado de hacer muchas de las cosas que hacíamos habitualmente. Nuestras rutinas han saltado por los aires y seguramente las hemos sustituido por otras adaptadas a la cuarentena y al espacio reducido de nuestro domicilio.

Y en estas condiciones, la actividad física, por mínima que fuera la que hiciéramos, tal vez ha sido la principal sacrificada. Sin poder ir al gimnasio, sin poder ir a correr por el parque, sin poder sacar la bicicleta o, incluso, sin poder ni siquiera ir andando al trabajo, hay que buscar alternativas para no perder la forma y, de rebote, perjudicar nuestra salud. «Debemos mantenernos activos!», Claman los expertos. Sí, pero ¿cómo?

Estrategias para estar en forma

De estrategias hay varias, pero todas pasan por dos puntos principales: no dormir más de la cuenta y adaptar la dieta a la situación de confinamiento. Si reducimos nuestro ritmo de actividad, no necesitamos tantas aportaciones calóricas en la comida ni necesitamos dormir más de lo habitual.

Está en juego, también, nuestro estado anímico, para que el confinamiento no nos coma la moral. Muchos estudios demuestran que durante periodos largos de falta de movilidad pueden aparecer problemas de rigidez de las articulaciones, pérdida de fuerza muscular, problemas respiratorios y circulatorios … que pueden acabar afectando nuestra salud física y mental.

Ejercicios para estar en forma

Y a partir de aquí, podemos establecer varias rutinas de ejercicios para mantener las cuatro capacidades básicas: flexibilidad, velocidad, resistencia y fuerza. Todas se pueden desarrollar también en espacios reducidos, no necesitamos un gimnasio entero, así que el confinamiento no puede ser una excusa para abandonar la actividad física mientras estamos en casa.

Para mantener la flexibilidad en las piernas, podemos mover los pies cuando estamos sentados -dibuja círculos, letras o figuras geométricas- y alargar los brazos en diferentes direcciones. También podemos mover de lugar objetos más o menos pesados ​​de nuestro entorno.

Para no perder la fuerza en las piernas, nos podemos sentar y levantar de una silla varias veces. O subir y bajar escaleras imaginarias utilizando un taburete. Igualmente, podemos caminar por dentro de casa 5 minutos cada hora o, si el espacio es demasiado reducido, podemos hacer lo que se conoce como marcha simulada: en otras palabras, caminar sin movernos de lugar y levantando las rodillas.

Propuestas interesantes

Los ejercicios que se recomiendan son múltiples y continúan con flexiones en la pared, movimientos del pilates o el yoga, el uso de bandas elásticas y otros materiales gimnásticos y, incluso, bailar. Se pueden consultar las propuestas en diferentes páginas web de entidades expertas, como la del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña.

La actividad física adecuada al confinamiento también es necesaria, y quizás aún más, para la gente mayor. Con la edad, el estado físico se deteriora de manera más rápida y por ello conviene mantenerse activo según la situación de cada uno.

En este caso, los principios que guían la actividad son los mismos, pero los ejercicios están adaptados: desde hacer rotaciones de cuello, hasta estiramientos de brazos y muñecas o reforzamiento de las piernas, los tobillos y los pies.

La cuestión es no quedarnos quietos, porque una vez pasado el confinamiento, que pasará, nuestra condición física sea lo más parecido posible a la que teníamos antes de la cuarentena. O, si puede ser, mejor!

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