En España, el cáncer de próstata es el tumor más frecuente entre la población masculina. Se calcula que uno de cada ocho hombres será diagnosticado de esta enfermedad. Aunque se desconocen con exactitud sus causas, la mayoría de casos se dan por varios factores que aumentan el riesgo de desarrollarlo, como los factores genéticos, la dieta y, sobre todo, la edad.
El cáncer de próstata es un tumor maligno originado en las células que forman la próstata, una glándula del aparato reproductor masculino encargada de producir parte del semen.
En España, es el tumor más frecuente entre la población masculina. La mayoría de casos ocurre en personas de edad avanzada, de hecho, el 90% de los pacientes tiene más de 65 años. Por otro lado, se estima que uno de cada ocho hombres será diagnosticado de esta enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros signos que produce el cáncer de próstata suelen ser orinar con más frecuencia y tener un flujo débil de orina. Además, también es habitual notar dificultad para comenzar a orinar o tener que “apretar” para realizar el inicio de la micción o para vaciar por completo la vejiga.
Factores de riesgo y prevención
El cáncer es una enfermedad genética en la que interfieren mutaciones que hacen que las células de los tejidos sanos crezcan sin control. Como en otros tipos de tumores, no se sabe con exactitud cuál es la causa del cáncer de próstata, pero sí que interfieren diversos factores de riesgo, como:
- Edad: a partir de los 50-60 años aumenta la probabilidad de padecer cáncer de próstata en los hombres.
- Antecedentes familiares y factores genéticos: se calcula que hasta el 10% de los casos de cáncer de próstata tienen un componente genético.
- Dieta: hay estudios que relacionan las dietas ricas en grasas animales y pobres en verdura con mayor riesgo de padecer cáncer de próstata.
- Obesidad: relacionada con la alimentación y el sedentarismo, el sobrepeso aumenta el riesgo de padecer cáncer de próstata.
Pese a que no existe una forma segura de prevenir este tipo de tumor maligno, sí se pueden tomar ciertas medidas que reduzcan su riesgo. Además de seguir una alimentación saludable, hacer ejercicio y no fumar, en los varones de más de 50 años se recomienda hacer, cada año o cada dos, una prueba de laboratorio que mide las concentraciones en sangre de PSA (antígeno prostático especifico), y que puede facilitar un diagnóstico precoz de esta enfermedad.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de próstata?
Para determinar si el paciente padece cáncer de próstata se utilizan pruebas que analizan la próstata y la sangre.
Algunas de ellas son:
- Examen físico
- Examen digital del recto (tacto rectal)
- Prueba del antígeno prostático específico (PSA)
- Ecografía transrectal
- Imágenes por resonancia magnética transrectal
- Biopsia prostática
¿Qué opciones de tratamiento hay?
El tratamiento del cáncer de próstata debe ser multidisciplinar e intervendrán, entre otros, médicos especialistas como el urólogo, el oncólogo médico o el oncólogo radioterápico.
Entre todo el equipo médico se decidirá cuál es la mejor opción terapéutica en función de la etapa de la enfermedad, si el paciente presenta otros problemas de salud o los efectos secundarios del tratamiento.
Entre los tratamientos más comunes encontramos:
- Cirugía. La prostatectomía es una operación donde los médicos extirpan la próstata y el tejido que la rodea.
- Radioterapia. Se usan los rayos X de alta energía para destruir el cáncer y las células malignas.
- Quimioterapia. Se administran medicamentos especiales para reducir el tamaño del tumor canceroso o eliminarlo. Estos fármacos pueden ser píldoras que se toman o medicamentos que se administran por vía intravenosa y, en ocasiones, una combinación de ambos.
- Hormonoterapia.
En el pronóstico y las opciones de tratamiento entran a debate aspectos como el estadio del cáncer, la edad del paciente o si es un tumor recién diagnosticado o un tumor que ha vuelto a aparecer.
Como en todos los tipos de cáncer, siempre existe cierto riesgo de que la enfermedad reaparezca o aparezcan células metastásicas pese a haber recibido tratamiento. Por eso es muy importante que los pacientes lleven a cabo un seguimiento de la enfermedad para poder detectar, cuanto antes, si esta se reactiva.
Dr. Carles Rabassa
Centre Mèdic Atlàntida